¡Te perdono año!

La imagen puede contener: planta

Este post, el único del año, fue planificado, ya que a diferencia de otros años si me sobraba el tiempo, como cuando joven, para plantear el texto y la entrada, algo que algunos años atrás no podía hacer, podría decir mucho pero no comentaré generalidad de este 2020, ya que todo el mundo sabe lo que sucedió, y efectivamente a pesar que no lo había comentado, esta calamidad global también me sorprendió.

Algo que no mucha gente sabe, más que mi madre, con la que tengo algunas de las conversaciones más sinceras, y mi pareja, quien tiene la penosa tarea de soportar mis confidencias, saben que realmente este tiempo me jodió de sobremanera, me ´afecto’ todo, todo lo planificado, “si me hubiera dado un año más”, me decía, “un año más para haber afrontado mejor la pandemia”, me cogió literalmente sin tener la vida preparada, como parte de mis proyectos y gracias a inversiones anteriores, justo este año empecé con todo apostado, nunca pensé que este virus llegaría a Perú, ya que desde niño supe por noticias de enfermedades que nunca llegaron, ni siquiera era una alternativa, ni siquiera me cuestioné nada hasta que un día no me dejaron ingresar a mi negocio y, es más ni siquiera pude abrirlo y se quedó dentro, entre otras cosas, mi agenda con toda mi programación dentro, sabrán que yo tengo la manía de programar todo, todos mis pendientes, compromisos y planes, todo aquello que quedó interrumpido.

Mi ingreso económico es del día a día y esta pandemia me lo corto de raíz, dejándome sin mayor ingreso, con deudas por pagar, y que ya a las semanas empezaron a saltar, entonces decidí no pensar, y dejar que las cosas sigan avanzando, simplemente no podía hacer nada mientras veía caer las páginas del calendario en mi delante.

Así evité hundirme sin embargo no se si fue suficiente ya que un día enfermé, en la casa nadie se enteró, pero por dentro me sentía horrible, duró como una semana, no sé si era el virus o no, y creo que nunca lo sabré pero felizmente recobré el ánimo, los días pasaron, y decidí cambiar, cambiar el chip, empecé a actuar y decidí no esperar sentado volver a trabajar, decidí hacer y aprovechar al máximo el tiempo, decidí hacer aquellas cosas que quería hacer y que por falta tiempo había venido postergando por años.

Lo primero y que quería hacer este año era compartir con mis padres, disfrutar con ellos, viajar, comer, vivir con ellos y eso hice, aunque de manera diferente, cocinaba con ellos, con ambos, mientras conversábamos, nos reinaos, discutíamos, en la tarde y noche mirábamos televisión, juntos y los acompañaba hasta ir a dormir, y así día a día compartimos mucho. En otra cosa que quería aprovechar ese tiempo era en escribir otro de los pendientes literarios, pero de eso supongo hablaré en otro post especial, tenía que cerrar otro tema que traía cargando por años, acabar mi segunda carrera, hace un par de años faltándome solo un ciclo y por temas de sunedu, junto con mis compañeros decimos migrar de universidad pagando más de 5 mil soles cada uno para el proceso, pero para resumir, por falta de tiempo todo fue un desastre para mí, y terminé bloqueando todo lo relacionado al tema y sinceramente no pensé nunca terminarlo, es más decidí dejarlo definitivamente ahí.

Y así para la segunda mitad del año retomé mis estudios, los últimos dos cursos de mi carrera y como en los otros dos puntos, también lo terminé exitosamente, incluso el último año tuve que llevar un taller métodos II donde me revolvió todo el conocimiento que supuestamente debí haber adquiero en todos mis años de carrera anteriores, hasta me dio mucha nostalgia que algo que traía arrastrando años por fin lo estaba terminando. Están son solo tres entro otras muchas cosas que aproveché para hacer este año.

Todo esto lo iba matizando con esa horrible sensación de encierro y soledad, pero asumirlo y disfrutarlo era algo a lo que ya estaba acostumbrado de otras épocas de mi vida, y lo pude sobrellevar gracias a mis padres y mi pareja que permaneció, pero, de todas formas, revivirla hizo que me cuestionara muchas cosas, reflexioné mucho y me di cuenta que había cometido muchos errores en a la vida así que no volvería a cometerlos.

Una tarde mientas ordenábamos algunas cosas de la casa de mis padres entre la conversación le dije a mi madre: “yo si estoy listo para morir, he vivo suficiente, he hecho de todo”, y mi madre tranquila afirmo, realmente el año no me trato tan mal, aprendí muchas cosas por ejemplo como solucionar ese tema de los bancos que si lo hubiera pensado me hubiera consumido.

Semanas atrás volví a abrir mi negocio (a medias) y las primera cosas que hice fueron coger mi agenda, y luego mi planta, esa que el año pasado trasplanté porque había crecido más de su contenedor, y ¡estaba viva!, después de meses de estar absolutamente sola había sobrevivo firme,  entonces volvió ese: “si me hubieran dado una añito más” y veo entonces que si hubiera tenido un año antes o un año después hubiera pedido lo mismo, nunca hubiera sido un buen momento, todo sucedió como tuvo que suceder, más aun agradezco a Dios que realmente no afecto nuestra unidad familiar.

Señores, este año de mierda perdí, el universo me puso de rodillas, pero juro que no será en vano, así será.