Hoy vi una foto donde aparezco yo a los 10 años, y quede sorprendido, que diferente era
todo, empezando por mi, eran tiempos completamente diferentes, un lugar
diferente, una situación diferente, como me gustaría estar nuevamente frente a mi,
verme, y conversar conmigo mismo y decirme tantas cosas.Me gustaría llegar en un verano al puerto de mis abuelos, cierro los ojos, respiro y me lleno de oxígeno y energía en mi cuerpo por esa natural-eza que brotaba de todo, del mar que esta justo al frente a una distancia prudente y nos trae la brisa salada y húmeda; seguramente avanzando escucharía conversaciones o risas audibles hasta la calle ya que las puertas de las casas las dejaban abiertas sin ningún peligro, probablemente también alguna vecina parada en su puerta echando un ojo a sus hijos que juegan en las calles, ya que ese barrio es joven y hay prácticamente un niño de mi edad en cada casa, y estos niños despreocupados juegan en triciclos que pedaleábamos por la calle de tierra sin ningún peligro, sin preocupación de autos ya que no había la cantidad que hay ahora, Probablemente abría otro grupo de niños jugando lo que en aquellos tiempos se jugaban, como al escondite, la pesca pesca, matagente, a la gallinita ciega, o simplemente esos juegos imaginarios, inventados,
Yo probablemente me detendría a verlos jugar desde una distancia prudente, ahí están todos los que en el futuro ni nos reconoceremos y si nos conoceremos ni hablaremos, como es la infancia, y ahí estoy yo entre ellos, flaco chiquito como todo niños vestido con cualquier polo o short, totalmente chascoso, y con las sandalias bastante enterradas, riendo, ni siquiera me miraría por disfrutar del juego tan entretenido.
Que diferente era el yimi de antes, ese yimi era definitivamente mejor; tan natural, tan inocente y nada malicioso, riendo, corriendo, en un día envuelto de paz, armonía, paciencia, no hay lugar para prisas ni estrés, porque el tiempo parece transcurre mas despacio, para ese yimi no existen responsabilidades, ni preocupaciones, ni agobios, y pienso lo que me diré, decirme por ejemplo que estudiar, decirme por ejemplo que disfrute mas de esos momentos conforme valla creciendo, pero entonces pienso y creo que no me entendería y no me animo a acercarme, no puedo intrrumpir tan increible performance que tiene y tendra, finalmente, no lo ha hecho mal, entonces, solamente me diría, “eres bueno y lo estas haciendo bien”, y recuerdo vagamente que alguna vez en la calle un desconocido muy diferente me llamo por mi nombre y grito eso y yo seguí jugando.
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