Perdóname, hijo, por no haber nacido.
No fue culpa mía el dejarte atrás.
Yo besé las flores que hallé en mi camino.
La culpa la tuvo el verbo pecar.
Yo te he visto sonriendo en aquellos ojos
Que me contemplan asombrados e inquietos,
Pero siempre se interpuso entre nuestros deseos
El tabú...pecado. Yo no tuve la culpa,
Fueron las rosas las que tuvieron miedo.
Tal vez para protegerte, inconscientemente, del infierno.
Perdóname por no haber podido jugar contigo.
Siento mucho que no me dejen volver atrás.
No sé si habrás nacido después de pasar yo.
No importa. Recuerda siempre que te sigo queriendo.
Dale un beso a tu madre de mi parte.
Y no me guardes rencor, odiar no es bueno.
No fue culpa mía el dejarte atrás.
Yo besé las flores que hallé en mi camino.
La culpa la tuvo el verbo pecar.
Yo te he visto sonriendo en aquellos ojos
Que me contemplan asombrados e inquietos,
Pero siempre se interpuso entre nuestros deseos
El tabú...pecado. Yo no tuve la culpa,
Fueron las rosas las que tuvieron miedo.
Tal vez para protegerte, inconscientemente, del infierno.
Perdóname por no haber podido jugar contigo.
Siento mucho que no me dejen volver atrás.
No sé si habrás nacido después de pasar yo.
No importa. Recuerda siempre que te sigo queriendo.
Dale un beso a tu madre de mi parte.
Y no me guardes rencor, odiar no es bueno.
Ramon Sampedro (cartas desde le infierno)
muero por hijos... espero tenerlos. yo
No hay comentarios:
Publicar un comentario