Y el pequeño niño-estrella no puede esperar que el día comience para salir corriendo a jugar en el jardín de sus abuelos y esperar la llegada de la noche para poder ver las estrellas, lo único que hace, lo único que espera.
No pensaba, ni soñaba que algún día en este pequeño terreno, chiquitito, hubiera tantas estrellas.
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Y llegó sin permiso la estrella de antaño la que antes era sólo luz cayó de repente desde el azul del mundo y el corazón se me encogió.
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Y llegó sin permiso la estrella de antaño la que antes era sólo luz cayó de repente desde el azul del mundo y el corazón se me encogió.
Por qué a mí, se me ha caído una estrella en el jardín, Por qué así te has descolgado de tu otro tiempo, aquí, en mi jardín. Ahora no sé qué hacer contigo; voy a agarrarte, voy a adorarte y lanzarte a tu cielo
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