Es la hora y lo confieso, y confieso a mi manera, al oído del que escucha la verdad de mis miserias;
confieso haber corrido sobre caminos de hierba sin mirar al rededor donde la tierra se agrieta,
y confieso sin temor que el orgullo y la soberbia han sido mi rocinante, mi montura, mis espuelas,
confieso haber mentido, a quien la verdad pidiera, y de no haber vestido al pobre por no mirarle siquiera
y confieso mis errores, porque mi final se acerca, y le tengo miedo a todo, el último acto llega...
* Haciendo uso de una canción adapto mi confesión de ser pecador, mas no lo digo todo, todo eso que podría confesar, todo eso que Dios sabe pero no es necesario blanquear, ¿Qué pasaría si la gente lo supiera todo? Probablemente no habría capacidad de sorpresa en este mundo.
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