… una noche cerca a mi casa,
indeciso y nada preparado no sabía si bajar o no a esta cita cualquiera, te comunicaste conmigo en una red social y no tuvimos mayor conversación
que quedar rápido en conocernos, yo emocionalmente no tenía a nadie, mis amores
y delirios ya estaban en su mundo, físicamente estaba saliendo de una recuperación,
aun no podía caminar bien, ni siquiera podía estar sentado en una misma posición
por tiempos extensos, pero a última hora y sin mayor entusiasmo me decidí y
baje.
Cuando baje y nos conocimos todo fue
normal, tomamos un taxi y fuimos a donde quedamos y conforme pasaron los
minutos la normalidad se empezó a convertir en interés de mi parte, un par de
chelas, buena conversa y mis “muchos golpes debajo de la mesa” en mi efervescencia
del momento, cosa que recordamos siempre de esa primera salida, creo que ya me había
enamorado.
Pasaron los días, y me enamore realmente,
al comienzo un poco sorprendido y bastante renuente a sus detalles y atenciones
espontáneas, cosas totalmente inesperadas y mucho menos pedidas, me sorprendias;
recuerdo claramente que a pesar de tus obligaciones me llevaba mi almuerzo
hasta el fin del mundo donde yo trabajaba, recuerdo que me llevaste una pastilla y
una botella de agua hasta mi casa un día de resaca extrema, que en mi cumpleaños
me traes mi torta y regalos, con “s”, que me llamas a cualquier hora solo para saber como estoy, y dice lo importante y
valioso que soy, que ves esa magia en mi, esas cosas que solo tú eres capaz de decir.
Pero lo que más me marco fueron las
cosas realmente importantes para mí; cuando fuimos conociéndonos aguantabas mis cosas y nos fuimos amoldando, cuando decidiste compartir mis devociones y yo
las tuyas, cuando acompañas mis viajes y yo comparto tus temas, y cuando haces
tuyas mis metas y yo las tuyas, y me pregunto yo: ¿Cuantas parejas tiene la
suerte de encontrar a alguien que efectivamente piense en realizar metas juntos
y las empiezan a ejecutar?, antes de un año de relación teníamos un negocio juntos,
cosa que me parece increíble y que agradezco hayas compartido conmigo con mi
fuerza y decisión y con tu motivación y soporte total.
Probablemente ese es el truco, ser mancuerna
porque realmente el secreto es que compatibilizamos bien, es que puedo ir
contigo a tomar y sentirme cómodo, que puedo caminar por el mundo y sentirme cómodo
y me siento bien, como siempre te digo con nadie tengo esa complicidad, ¿a quién
acudo más que a ti?, ¿a quién consulto más que a ti?.
Siempre pedí a Dios que alguien se
enamorara de mi, siempre pedí a Dios alguien que correspondiera mis sentimientos,
que alguien me persiga, que alguien me busque, que alguien me llame, parece un
pedido vano y hedonista pero realmente no era malicioso, y Dios me lo cumplió de
la forma más sublime, van más de dos años “noche de 8 a 9 de marzo del 2014”,
dos años en los que agradezco a Dios me permitió tenerte en mi vida, y volver a
enamorarme, cosa que dudaba pero se dio, y ahora quiero que me acompañes por el
camino de mi vida, curiosamente hace poco te pregunte qué pasaría si me pasa
algo, que pasaría si me enfermo o muero, y me dijiste que me acompañarías y lo
curioso es que yo conozco tu calidad de persona y se desde hace mucho que si lo harías.
Pero no todo es siempre bueno, también hemos cometido
errores y algunos grandes, tenemos temas particulares que
nos persiguen, pero a pesar de eso hemos salido adelante, con más planes y
metas que seguiremos perseguido. Gracias por leer esto en este blog que es lo
mas intimo por más irónico que parezca, ahora eres parte de este aspecto también. Y para finalizar te dejo esta canción que ya en un par de
oportunidades antes te había hecho escuchar, es tuya.