Gloria:
estado de felicidad y gracia eterna
Una imagen perfecta, una personalidad
segura, un nombre fuerte y un rostro y aptitudes que lo reflejen, todo bien,
todo bien.
Sin embargo en momentos de soledad,
nace una gran inseguridad, falta de confianza o falta de amor propio,
sensaciones que si bien mucha gente no sabe, también paso, es como que la monotonía
me consume, levantarse, estar solo, no ser necesario para nadie, intentando iluminar
mis grises con actividades y compañías forzadas y totalmente insatisfactorias,
sólo para no estar solo, o solo para no tener tiempo para pensar.
Y empiezo a analizar porque si
soy tan buena persona y tan querido ,nadie me llama cuando quiero conversar y no
tengo a nadie real con quien compartir, que efímeras son las relaciones, ¿será falta
de atención?, ¿una tara afectiva?, será una cosa sicológica que me obliga a intentar
ser totalitario, incluso en relaciones trato de hacer de mi pareja un todo,
necesito a fuerza insertarme como “importante en su vida”, y empiezo con frases
como “necesito que digas donde estas”, “no te desaparezcas” o “comunícate” por
no decir háblame a cada paso que das al día que necesito sentirme atendido y
querido, ¿será inseguridad?.
A veces siento que ahí es donde
intento escribir mi propia historia, una historia llamada Gloria, desde una existencia
vacía, desde la soledad, desde esos caminos oscuros que me atrevo clandestinamente
a caminar, entonces cuando estoy en el fondo, nuevamente hay algo que hacer y
esa necesidad me martilla, siempre que hago cualquier cosa me persigue y me
mantiene en un ritmo fuerte agradable, que me gusta, y entonces todo cambia, mi
mente necesita moverse nuevamente y pienso en aquello que tengo que hacer
tratando de enfocarme y de dejarme llevar por el ritmo sin fijarme en nada, sin
fijarme en resbalar y caer, nada importa, hay que tratar conseguirlo, hay que
lograrlo, aunque no se qué exactamente qué pero buscando alcanzarlo.
Y una vez alcanzado, me pregunto
si en realidad estoy subiendo o elegantemente me estoy hundiendo, perdiendo y
no consiguiendo lo que espero, es como que frustrante lograr lo que quieres
pero a la vez no lograrlo, y así cual circulo vicioso todo avanza, y del
proceso me queda más necesidad, como si fuera un acumulador de sensaciones, si
tengo todo lo que quiero entonces porque no logro satisfacer esa constante necesidad de Gloria en la que vivo.
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