En otoño qué pureza
caminar sobre la playa.
Silencioso. Sin que vaya
más en ti que la simpleza.
Con edénica bellaza
recogiendo caracolas.
Y el placer de estar a solas
con el mar, ese león.
A la par, el corazón,
del rugido de las olas.
caminar sobre la playa.
Silencioso. Sin que vaya
más en ti que la simpleza.
Con edénica bellaza
recogiendo caracolas.
Y el placer de estar a solas
con el mar, ese león.
A la par, el corazón,
del rugido de las olas.
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