El día que la música murió


Hoy mire completa una película que siempre conocía por ser una de las preferidas de mi hermano mayor así que mas o menos de niño sabia de que trataba pero no me interesaba y mucho menos la habia visto completa, hasta ahora, la película trata sobre la corta vida de Ritchie Valens, un talentoso joven chicano y su paso artístico por la vida, esta película con trágico y emotivo final, me hizo investigar un poco de la biografía de este artista y ahondar en algo que ya conocía de otras fuentes, el día que la música murió, ese fatídico día no fue otro que el 3 de febrero de 1959 se le llama el día que la música murió, cosa curiosa que seguramente les recordaba una canción clásica y conocida que estoy convencido de que la conocen “American Pie” de Don McLean o talvez la recuerdas más por el noventero cover realizado por Madonna.

Detallemos, aquel invierno de finales de la década de 1950, en una gira llamada “The Winter Dance Party” recorría EEUU, contando con muchas presentaciones en una gira demasiado corta y de largas distancias que recorrían según dicen en un autobús desastroso para aquel tiempo invernal, obligando a que el transporte por carretera no fuera finalmente la mejor opción, viendo tal situación, ese día en particular decidieron hacer su siguiente traslado en avioneta contratando a un joven piloto de 21 años para que los llevara a su siguiente punto, Moorhead, Minnesota.
Se hizo cargo de aquel viaje el piloto Roger Peterson, aparte de él, en la avioneta, sólo podían viajar tres personas. Buddy Holly, participante en la gira, “Big Bopper” Richardson, un tipo de la banda de Holly que tenía gripe y pidió ir en el avión y al que Waylon Jennings, le cedió su plaza. Al conocer esto, Holly le comentó en broma a aquel miembro de su banda: “espero que tu viejo autobús se congele”; haciendo referencia al viaje en aquellos autobuses no preparados para tanto frió, a lo que Jennings le respondió “espero que tu viejo avión se estrelle”. Una broma poco afortunada, sin duda. El tercer asiento libre, junto con Richardson y Holly, lo ocupó nuestro ya mencionado Ritchie Valens, otra de las estrellas de la gira. En principio en el avión iba a viajar Tommy Allsup, otro tipo de la banda de Holly, pero como Valens nunca había viajado en avioneta pidió hacerlo en aquel caso. Increíblemente la suerte malvada intervino, haciendo que se la jugaran con una moneda al aire. Ritchie Valens ganó y la moneda lo condenó, dos de cuatro estaban en la avioneta casi por casualidad.

Valens tenia sólo 17 años, era la primera estrella hispana del rock y a pesar que su carrera sólo duró 8 meses anotó varios éxitos, como la conocidísima La Bamba, que le convirtió en un pionero de la música rock en español, la muy personal Oh Donna, la romántica We Belong Together y la enérgica Come On Let’s Go, mientras que Buddy Holly, un joven compositor y cantante estadounidense de 22 años, considerado como uno de los más destacados pioneros del rock and roll, es interprete por ejemplo de True Love Ways una hermosa canción que muchos conocemos sin saberlo. Lamentablemente pasada la una de la madrugada despego la avioneta conducida por un piloto inexperto y cinco minutos después se estrelló en un campo de trigo cercano. A bordo, el piloto y las tres estrellas del rock and roll: Buddy Holly, Ritchie Valens y Big Bopper, todos murieron y con ellos también, la parte más prometedora del rock and roll.

En 1971, Don McLean grabó la canción “American Pie”, que narra de una forma muy personal las sensaciones de aquel día en que la música murió. Una canción sencillamente genial y que tal vez escucharán con renovado interés después de este post que cerraré con un fragmento de su letra:
    And in the streets: the children screamed,
    The lovers cried, and the poets dreamed.
    But not a word was spoken;
    The church bells all were broken.
    And the three men I admire most:
    The father, son, and the holy ghost,
    They caught the last train for the coast
    The day the music died.

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