Las personas crecemos y nos socializamos de acuerdo a lo que dicta nuestra cultura en nuestra propia sociedad, eso es como Alicia a este lado del espejo, la percepción de la realidad que nos ofrece este lado del espejo. Aquellos que nos rodea permanentemente, que nos orienta y limita y que podemos percibir claramente en nuestro entorno o cuando debemos de comunicarnos con personas de otras culturas. Mientras nos vamos desarrollando, los valores que vamos adquiriendo determinan nuestro pensamiento y la visión que tenemos de la realidad en nuestra sociedad, y muchas veces vivimos creyendo que nuestra conducta y manera de ver las cosas es la correcta, porque es la que es aceptada a este lado del espejo.
Cuando llegamos a otro entorno cultural, podemos ver como normales comportamientos distintos al nuestro e incluso estamos dispuestos a variar nuestro propio comportamiento y a tomar por buena la imagen parecida pero no igual que ofrece el espejo de nosotros. Pero de igual forma en este proceso, nosotros aun seguimos estando a este lado del espejo.
El verdadero reto esta en atreverse a dar el salto, a cambiar nuestra perspectiva e intentar ver nuestra realidad desde el otro lado del espejo para luego analizar desde esa nueva posición nuestros valores y la forma en que percibimos las diversas situaciones. Creo que así podremos ver no sólo como creemos ser sino como somos realmente. Solamente viéndonos con los ojos del otro podemos comprender mejor cómo somos en realidad, nuestro verdadero yo.
Cuando llegamos a otro entorno cultural, podemos ver como normales comportamientos distintos al nuestro e incluso estamos dispuestos a variar nuestro propio comportamiento y a tomar por buena la imagen parecida pero no igual que ofrece el espejo de nosotros. Pero de igual forma en este proceso, nosotros aun seguimos estando a este lado del espejo.
El verdadero reto esta en atreverse a dar el salto, a cambiar nuestra perspectiva e intentar ver nuestra realidad desde el otro lado del espejo para luego analizar desde esa nueva posición nuestros valores y la forma en que percibimos las diversas situaciones. Creo que así podremos ver no sólo como creemos ser sino como somos realmente. Solamente viéndonos con los ojos del otro podemos comprender mejor cómo somos en realidad, nuestro verdadero yo.
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