Sabes, no fui jamás tan feliz como aquella mañana, caminábamos por una playa, un poco como la de aquí. Era otoño, un otoño en el que hacía bueno. Una estación que solo existe en el norte de América, allá la llamamos el verano indio, pero era simplemente el nuestro.
Con tu vestido largo te parecías a una acuarela de Marie Laucerin y yo me acuerdo, me acuerdo muy bien de lo que te dije aquella mañana hace un año, hace un siglo, hace una eternidad.
Iremos donde quieras, cuando quieras y todavía nos amaremos, aunque el amor esté muerto, toda la vida será parecida a esta mañana, a los colores del verano indio.
Hoy estoy muy lejos de esa mañana de otoño pero es como si estuviera, pienso en ti. ¿Dónde estás? ¿Qué haces? ¿Existo todavía para ti? Miro esta ola que jamás alcanzará la duna. Ves, como ella yo vuelvo para atrás como ella me acuesto sobre la arena y me acuerdo, me acuerdo de las mareas altas del sol y de la felicidad que pasamos en el mar, hace una eternidad, un siglo, hace un año.
Iremos donde quieras, cuando quieras y todavía nos amaremos, aunque el amor esté muerto, toda la vida será parecida a esta mañana, a los colores del verano indio.
No hay cosa que ame mas que escuchar las canciones de Joe Dassin y hacía mucho que no escuchaba está pero ayer la pusieron en no se que radio local y la escuche diferente, pense en ti y en los colores del verano ¿Dónde estás? ¿Qué haces? ¿Existo todavía para ti?, solo puedo mirar atras. Por cierto, la musica de esta canción se utilizo en el vuelo inaugural del Concorde.
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