Nino (las cosas simples de la vida)

Nino entiende las partes más simples de la vida, se goza al ver un dilema resuelto o un cubo recién armado. Observa las ruinas del mar y la división de la tierra y el agua con tan precisión que hace que yo me admire. Agarra un par de piedras y las tira hacia el agua, es un hijo del océano y un rebelde sin causa en una generación a la que se le ha ido de las manos la obsesión por el materialismo, el rimel, los colores exagerados en los ojos y las plataformas para aparentar grandeza y altitud.

Nino no tiene edad específica, pero dentro de su corazón la primavera y el verano empiezan todos los días como si fueran una sola estación. El oye exactamente lo que mi corazón dice y oye también: Hay una identidad sonora entre ambos, increíble. Cuando Nino se siente triste, el cielo se pone oscuro pero mantiene una promesa de aclarársele al toque, es un ser humano como todos: Siente.

No tiene miedo a los riesgos ni las locuras, pero de aquellas de la que no te arrepientes mañana. Hay un aura única de colores, formas, misterios y alegrías en su mirada, tanto que no puedo describir lo demás, o algún sentimiento adyacente.

Nino ha hecho que escriba esto, no se si el existe, pero dentro de mi corazón me hace hablar y sentir muchas cosas. Algún día, Nino tomara forma y romperá la maldición de las horas tristes y gritos de esperanza en un vacío abrumador en la vida o en el centro de la misma. Nino es un niño inocente por dentro, en la parte más especial del curioso bombeante, el es único.

Estoy esperando a Nino con la cena lista, te y crepes. Todos tenemos un Nino al que no conocemos, o que nos espera.

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