El ser humano tiene esa necesidad de sentir que lo puede controlar todo, que es capaz de saber y entender lo que contiene este mundo y también lo que esta fuera de el. Ha civilizado el mundo, otorgando un significado para todo, porque en este mundo nada puede ser solo por ser. Hay un paraíso ideal y distinto para cada religión pero a todos se accede sin haber cometido pecado alguno, o habiéndolos expiado. Lo que no queda claro es cuando mancillas tu propia alma a base de buenos sentimientos, gratificantes sensaciones y violentas ilusiones. ¿Eres apropiado para entrar al paraíso?.
El tiempo es base para la vida humana, El tiempo se nos va y cualquier ser humano sabe que no hay manera de regresarlo o de estatizarlo. Hace un año que tenía que publicar este post y como sé que tengo el mal hábito de pensar mucho tengo, la necesidad de recapitular este año que viví, no quiero pensar y anteponer reflexiones a lo que fue un año de relación entre yo y el mundo, en otro lugar esta bien detallo, mas bien confirmar que por fin logre cumplir mi asignatura pendiente y por fin pase a otro nivel de existencia, ¿he cambiado?¿Cómo te das cuenta de que has cambiado? alguien me recordó “Hay que vivir por que no sabes cuándo te vas a morir” Y por más vulgar que sea la frase, cosa que me encanto, resulta difícil comprometerte a vivir bajo esa primicia, para alguno, como en mi caso aun se me hace difícil lo que me propuse hace un par de años, dejar de pensar solo en mí.
Tal vez mi idea del cambio sea extremadamente contemporánea, para mí el cambio es necesario, es primordial y sin el no concibo a mi ser. Pero es curioso cómo puedo tener esa necesidad insaciable de cambio y seguir siendo el mismo “he pasado de ser malo a ser peor”.
Al final de una vida, sea larga o corta, se ha llegado a lo más alto y se ha tocado fondo, cuando sigues a la luz del túnel te encuentras en paz contigo mismo y lleno de oportunidades hacia una nueva vida inclasificable y desconocida, creo que hay algo mas, no estoy satisfecho, aun falta. Yo llegué tan alto y caí tan bajo que aun ahora a veces no sé hacia dónde me dirijo, aun alzo las manos al cielo y no oigo a los ángeles, ¿Hacia dónde voy?, estoy perdido o estoy demasiado encontrado.
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