Tanto tiempo y tantos borradores que hice para hacer este post y nunca lo llegaba a plasmar, hasta hoy, homenaje a la mejor serie de Sentai de todos los tiempos, LIVEMAN.
Su nombre completo es Choujuu Sentai Liveman, una serie japonesa de 49 capítulos del género Super Sentai que fue transmitida en Japón originalmente desde el 27 de febrero de 1988 hasta el 18 de febrero de 1989, luego traída directamente en master para su doblaje en Venezuela y retransmitida para Latinoamérica por Panamericana Televisión de Perú a mediados de 1992 y 1993.
Cuando 10 años después salio los Power Rangers y mis sobrinitos pequeñitos se emocionaba igual que los niños de la época, yo me mataba hablando de Liveman, amo Liveman, y verlo me trae no solo recuerdos sino olores y sentimientos casi claros de mi infancia, todo un verano del 92 sentado en el suelo en el suelo mirando la tele, en mi puerto, nunca he visto un programa como vi Liveman, incluso yo quería ser uno de ellos y jugaba a ser uno de ellos, recuerdo que no solo se limitaban a ser capítulos de pelea sino que también eran algunos de ellos muy aparte de ser cómicos también se fomentaban muchos sentimientos de amistad, amor, ect en los que me hacían sentir, reír y vivir aquellos capítulos como si yo mismo estuviera allí dentro, era magia pura.
Alucinaba con liveman, alucinaba con cada color con cada personalidad con cada personaje, si la viera la serie actualmente supongo tendría sentimientos encontrados, primero porque lo que me parecían efectos especiales alucinantes hoy no lo son tanto, pero también reconozco que una historia tan sencilla y dosificada puede ser el disparador de un fanatismo duradero
La visión del mundo de las series japonesas siempre tenía al sacrificio como un ingrediente básico de la historia. Todo tenía que partir desde el sacrificio para ser el mejor, para salvar al mundo, para hacer justicia, y esta no fue la excepción, la historia comienza en la isla donde se aloja la Academia de las ciencias para jóvenes brillantes. Entre ellos están los protagonistas Yuusuke, Megumi y Jou. Una noche mientras estaban probando un experimento con dos amigos suyos, Yano Takuji y Aikawa Mari, observan como otros tres alumnos que se habían rebelado contra el director, el doctor Hoshi, suben a una extraña nave. En la huida uno de ellos dispara al grupo pero Takuji y Mari consiguen ponerse en medio y mueren para salvar a sus amigos.
Tres jóvenes se enfundan trajes de colores Halcón Rojo, León Amarillo y Delfín Amarillo para combatir al profesor BaIAS a sus tres secuaces: Doctor Kemp, Doctora Mazenda, y Doctor Obular. Así, Halcón Rojo, Delfín Azul y León Amarillo, como dice la cancion, se unen para proteger todas las formas de vida en el planeta Tierra. Avanzada la serie se unen dos personajes más a la serie y con ellos tendríamos a dos robots gigantes, Tetsuya y Junichi, los hermanos menores de Takuji y Mari, que se convierten en Visonte Negro y Rinoceronte Verde.
Mención especial tiene la mala, un personaje con una historia muy especial era Mazenda o “Magenta”, una mala que era ex compañera de los buenos y al final logra regresar a su personalidad normal y muere.
Si bien en Japón Liveman conmemoraba el 10 aniversario de la larga lista de Sentai que después de Liveman también continuo con muchos Sentai mas, incluso a partir de los noventa se hicieron las series americanas Power Rangers, que no cubrió en lo mas mínimo mis expectativas ya que es un Sentai japonés pero comprado por Bandai y rehecho, mezclando actores americanos con imágenes de lucha del Sentai japoneses original.
El Soundtrack es otra delicia, una línea de beats ochentenos buenísimos, sobretodo las participaciones especiales de, Daisuke Shima que canta el opening y ending y Megumi Mori, Halcón Rojo y Delfín Amarillo respectivamente, que a pesar de ser jóvenes para la época, eran cantantes de trayectoria cuando entraron a la serie, se dice que la versión latina del opening y ending que tampoco tiene desperdicio fue cantada por el grupo peruano “JAS”, según lo que yo se al igual que el doblaje estas increíbles versiones fueron realizadas en Venezuela.
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