Un post en honor a mi muy querida adicción, no es al sexo, no a las drogas, sino a la Pepsi, Pepsi que nació allá por los 1890s, tiempos en que ya Coca-Cola era muy popular en EEUU por lo que se creó esta nueva bebida como la competencia.
Inicialmente estaba compuesta por agua carbonatada, azúcar, vainilla, “aceites secretos”, pepsina, y granos de cola, se empezó a vender usando como recipiente botellas de cerveza viejas haciendo que Pepsi fuera declarada la bebida de las clases bajas, por lo que en aquellos tiempos se vendían más cantidad de Pepsi que de Coca-Cola.
Convengamos que la Pepsi supera a la Coca-Cola por sabor, bajo costo y refrescancia, (no me chanquen). En lo particular, a pesar que no tenga tanta publicidad y ventas como Coca-Cola. Pepsi me re-encanta llegando a ser hasta cierto punto un placer de disfrute tomarla. Tal vez también soy el único que cuando volvió la Pepsi al Perú se alegro, y ahora vuelvo a disfrutar de su presentación introductoria, esas botellitas pequeñas con su nuevo logo y con ese tan deliciosisisimo sabor.
Buscando en Internet me di cuenta que no hay muchos adictos a la Pepsi a comparación con la cantidad de adictos a la Coca-Cola, Si bien la Coca-Cola es rico, nada me da la satisfacción que me da tomar Pepsi, si no es que la tome todos los días es solo que hay días que mi cuerpo le dice a mi cabeza que una Pepsi es necesitada y no puedo luchar contra eso.
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